Cáncer de ovario-03

La Sra. K, una mujer de 55 años de origen relativamente acomodado y radicada en el extranjero, se enfrentó inesperadamente al cáncer. Hace tres años, experimentó malestar e hinchazón en la parte inferior del abdomen, acompañado de disminución del apetito. Tras un examen en un hospital extranjero, le diagnosticaron cáncer de ovario en estadio IV. Debido al avanzado estadio y a los múltiples tumores encontrados al abrir el abdomen, la extirpación quirúrgica no fue factible, dejando la quimioterapia como única opción.

Después de la cirugía, el marcador tumoral CA125 en su suero aumentó de 1800 U/ml a más de 5000 U/ml. La quimioterapia continua mostró una eficacia mínima, y ​​el CA125 volvió a aumentar a más de 8000 U/ml seis meses después. Los médicos informaron a su familia que el tiempo que le quedaba era limitado y les aconsejaron que se prepararan mentalmente. A pesar de conocer la gravedad de su condición, la Sra. K no mostró signos de desesperación. Antes de perder la esperanza, quiso probar la inmunoterapia.

El año pasado, la Sra. K se sometió a su primera cirugía para tomar muestras. Después de dos meses de expansión ex vivo, se reinfundieron TIL en su cuerpo. Experimentó fiebre el día de la infusión, que disminuyó al día siguiente y se sintió mucho mejor en general. Ahora, después de seis meses de tratamiento, sus niveles de CA125 se han mantenido constantemente por debajo de 18 U/ml. Las comparaciones de imágenes PET-CT muestran que de los 24 tumores metastásicos originales en todo su cuerpo, solo queda uno. En marzo de este año, la Sra. K se sometió a una segunda cirugía para tomar una muestra.